sábado, 22 de enero de 2011

No me mereces. Pero te espero.

Infinidad de recuerdos pasean por mi mente. Recuerdos de una historia bonita, que lo fue en su momento, pero también de una historia con final amargo. Un final que no tiene nada que ver con los cuentos de hadas. Me encanta recordar esos instantes en que comenzamos a sentir algo. Me siento viva. Me siento importante para alguien, querida. Pero se desvanecen en unos segundos. ¿Por qué lo bueno duró tan poco y lo difícil sigue aquí? Sigue, y creo que lo hará durante un tiempo. No consigo olvidar algo que casi no sucedió. Algo fugaz, aunque intenso. Quizá por eso aquí sigo, con la espinita clavada en el corazón. Con la absurda idea de que aquellos maravillosos días volverán, aunque ahora sepa que realmente no los mereces. No me mereces. Pero te espero.

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