jueves, 13 de enero de 2011

La misma canción.

Con tan sólo doce añitos mi pasatiempo era coger una libretita y un bolígrafo y tirarme horas y horas escribiendo historias. Historias que más tarde convertía en canciones. Sin saberlo, con tan sólo doce añitos predecía mi futuro. Ahora, mi presente. ¿Cómo una niña podía saber tanto sobre el amor y sus tantas maneras de hacer daño? Si por aquel entonces todo era rosa. Ilusionada, esperaba impaciente la llegada de mi príncipe azul. Con el tiempo fui descubriendo que esos encantadores personajes de los cuentos, que arriesgaban su vida por salvar a sus bellas doncellas, no eran más que fantasía. Ahora sé que sólo hay personas, que nadie es perfecto. Que, por supuesto, todos tenemos nuestro lado positivo, aunque no debemos olvidarnos del negativo.



"Sentada en tu habitación, escuchando como siempre la misma canción de la cinta que te regaló aquel amor, intentando cantar. Te sientes sola.
La misma canción que te hizo sonreír, la misma canción que te hizo un día huir. La misma que te hizo estar con él.
La misma canción que te hizo soñar, la misma canción que te hizo sufrir. La misma que te hizo llorar."

No hay comentarios:

Publicar un comentario