viernes, 31 de diciembre de 2010

Enrique Urquijo y Los Problemas - Aunque Tu No Lo Sepas

...En ocasiones erramos al confiar en una mirada.



Dicen que los ojos son el espejo del alma.
Que simplemente con la mirada de una persona sabremos si ésta dice o no la verdad.
Pero en ocasiones erramos al confiar en una mirada.
¿Y si la persona está engañándose a sí misma, a su alma?
No veremos el engaño y puede que ni siquiera esa persona lo haga.
Hasta que en el momento menos indicado desaparecerá esa pequeña gran máscara, dejando al descubierto los verdaderos sentimientos, aunque estos duelan hasta matar.


jueves, 30 de diciembre de 2010

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Llorar. Dejar pasar el tiempo mientras una lágrima se desliza por mi rostro. Una después de otra. Y otra.Y otra más. Tantas como cuantas hagan falta para llegar a formar un mar. Salado. Inmenso. Reflejo de todo lo que he vivido. Y navegar siendo esclava de tantos motivos para sentirme mal, dueña de escasas razones para sonreír.


Si no estás


TE ECHO MUCHO DE MENOS... TE QUIERO ABUELA.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Amor de película

Amor de película. Quizá el problema no esté en los demás, sino en mí misma. Quizá el problema esté en que ando buscando algo que no existe, que no es real, algo que sólo puede verse a través de una pantalla. Algo que quizá nunca llegaré a conocer. O quizá sí...

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Decepción tras decepción. He llegado a tal punto en que he perdido la cuenta del número de personas que me han dejado fuera de su vida. Por egoísmo, por falta de empatía, por miedo... Amigos, conocidos, compañeros, parejas; cualquiera de ellos en un momento dado puede convertirse en esa especie de robot, capaz de programar la memoria y llegar a olvidar todo lo vivido juntos, los momentos compartidos, la experiencia adquirida a lo largo de la relación. ¿Pero realmente merece la pena estar mal por alguien a quien no le ha importado perderte? Lo ideal es darle la misma importancia que ellos nos han dado, aunque no sea tarea fácil...

"Memorias de idhún"

"Saber y sentir son cosas diferentes, cuando sientes no sabes y cuando crees que sabes, ya dejaste de sentir"

STANDBY Extremoduro

Nada vuelve a su principio. Todo llega a su final.

Otro día más y nada vuelve a ser lo que era. Nada vuelve a su principio. No mejora. Se agrava. ¿Qué hacer frente a una situación desconcertante? Si ya has dado todo lo que tenías y más... ¿Qué queda por hacer? Nada, absolutamente nada. Ni siquiera esperar.
Nada vuelve a su principio. Todo llega a su final.

martes, 28 de diciembre de 2010

Sueño...

Sueño. Sueño frustrante. Sueño irreal, aunque realista.

"3.19 (Nada es casualidad)"

"¿Cómo destruir la huella de las emociones tan violentas por las que he pasado? ¿Cómo consolarse de haber agotado en un mes la más bella fuente de alegría que puede existir en un hombre? Probablemente existan seres cuyo destino es hacer el bien pero nunca experimentarlo. Creo pertenecer a esos seres. Me he desencantado de todo, hasta del amor por la Gloria. ¿Cómo podría, un mundo que detesto, mancharme?"




lunes, 27 de diciembre de 2010

Pobre ilusa...

Ilusa. Como ya escribí alguna vez, lo era, lo soy y lo seguiré siendo:

"Y recordando me digo a mí misma:” ¡Qué pobre ilusa!” Pero ¿qué digo? Lo era, lo soy y lo seguiré siendo... Hay cosas que no cambian nunca. Como la absurda idea de que te bajen las estrellas y la Luna... Por mucho que te lo prometan y quieras creértelo, en el fondo, sabes que es algo imposible..." (03/12/10)

Zahara - Con Las Ganas

Inocencia. Estupidez.

Otra vez aquí, con el mismo nudo en el estómago. El mismo sabor amargo en la boca. Con el corazón encogido. Y lo peor de todo es que no hay nada que se pueda hacer. Vuelves a ilusionarte, a tener la esperanza de que todo cambie y no volver a repetir los mismos fallos. Pero el ser humado siempre tropieza dos veces con la misma piedra. Palabra clave: inocencia. ¿O debería decir estupidez? Sí, soy estúpida por creer que esta vez podría ser mejor, diferente, especial. En fin, supongo que resulta imposible cambiar en tan poco tiempo.

Recuerdos...

Me enamoré de ti. Sí, por primera vez después de casi cinco meses soy capaz de reconocerlo, de contármelo a mí misma. Y ahora me doy cuenta de que no sucedió la primera vez que hablamos, ni la primera vez que nos besamos o empezamos a mostrarnos afecto. No, me enamoré de ti el primer segundo después de verte. En aquel instante mágico en que todo se paralizó, cuando de repente mi camino volvió a la luz. En el preciso instante en que volví a creer en todo lo que había jurado olvidar para siempre. Allí estabas tú, entrando por la puerta por la que tantas veces había pasado yo, mirándome, mientras creía haber hallado algo especial, aunque tuviera la completa certeza de que quedaría en eso, en un instante. Estaba completamente segura de que no volvería a verte, y si lo hacía, no habríamos cruzado palabra alguna. Pero qué cosas tiene el destino, se encarga de juntarnos, de acercarnos, de regalarnos la oportunidad de conocernos. ¿Y ahora? ¿Qué nos aguarda? ¿Qué nos tiene reservado? Todo. Nada.