lunes, 27 de diciembre de 2010
Inocencia. Estupidez.
Otra vez aquí, con el mismo nudo en el estómago. El mismo sabor amargo en la boca. Con el corazón encogido. Y lo peor de todo es que no hay nada que se pueda hacer. Vuelves a ilusionarte, a tener la esperanza de que todo cambie y no volver a repetir los mismos fallos. Pero el ser humado siempre tropieza dos veces con la misma piedra. Palabra clave: inocencia. ¿O debería decir estupidez? Sí, soy estúpida por creer que esta vez podría ser mejor, diferente, especial. En fin, supongo que resulta imposible cambiar en tan poco tiempo.
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